El paro inició ayer, con una movilización en la que participaron organizaciones sociales y partidos políticos opositores al gobierno economista que propone una reducción drástica del déficit fiscal, al que se tiene como el mayor responsable de la inflación de 211% anual.
El paro fue convocado por la Confederación General del Trabajo, buscando con ello rechazar el decreto presidencial con modificaciones a la legislación laboral que reducen los beneficios para los sindicatos y trabajadores, así como diversas reformas de ámbito político, fiscal, administrativo, entre otros.
Por su parte, ante la situación generada, el gobierno de Argentina consideró que la media jornada de huelga general en el país sudamericano es “un gran sinsentido, una complicación y una pérdida de dinero en contra muchos argentinos”.
Durante el acto central de la protesta frente al Congreso, el sindicalista Pablo Moyano lanzó una dura advertencia contra el ministro de Economía, Luis Caputo: “Si sigue con estas medidas, los trabajadores lo van a llevar en andas al ministro, pero para tirarlo al Riachuelo”, el río que marca el límite sur de Buenos Aires.
Por otro lado, en la céntrica Avenida 9 de Julio, se vivieron algunas escenas de tensión cuando la policía buscaba liberar los carriles al tránsito aplicando un nuevo y polémico protocolo que regula las protestas. La cantidad de manifestantes desbordó los controles pese a que la Policía cortó el principal acceso sur a la capital.
La protesta se difundió a todas las capitales del país, en Corrientes, Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Mar del Plata, entre otros puntos, además de actos convocados en Montevideo, Londres, Berlín, Ciudad de México y París, entre otras.
Mediante redes sociales, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó a los organizadores de la protesta de “sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza”, y denostó a los “jueces cómplices y políticos corruptos, todos defendiendo sus privilegios” frente a las reformas que impulsa Milei.
Finalmente, el secretario general de la CGT, Héctor Dáer, dijo que los sindicatos y organizaciones sociales seguirán luchando en Argentina hasta que caigan las iniciativas de Milei.
“La patria no se vende”, afirmó el líder de la principal central sindical del país, identificada con el peronismo, en un escenario frente al Congreso, en el que se convocaron miles de personas.
