El Economista consultó con Sandra Martínez, investigadora de México ‘¿Cómo Vamos?’, quien señaló que Sinaloa, San Luis Potosí y Michoacán son los principales productores de tomate en México pero, la sequía excepcional que se presentó en aquellas entidades y afectaron el cultivo.
Asimismo, el presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, señaló que hay otros dos factores que impulsaron un incremento en el precio del tomate: la delincuencia organizada así como el alza en los salarios.
Apuntó que grupos criminales cobran a los trabajadores algún tipo de «derecho» para la siembra y cosecha.
En tanto, los salarios también impactaron, pues con ellos también aumenta el cobro de impuestos.