Eran a las 8:00 de la mañana del 22 de abril de 2022 cuando Tere salió a barrer la calle. Un vecino le ofreció su ayuda para escapar porque sabía que, en esa casa de María Hilda, mejor conocida como Lili, era explotada como otras mujeres indígenas que habían sido reclutadas para trabajar en el servicio doméstico. Esa mañana, “la patrona” –quien fue reina de belleza en Puebla en 1991– le dejó la puerta principal abierta para que hiciera el aseo y, en un descuido, Tere –de 19 años de edad en ese entonces– escapó hasta llegar a la Fiscalía General del Estado (FGE) para denunciar trata de personas en modalidad de trabajos forzados.
En entrevista telefónica con Expansión Política, Tere narró que llegó a trabajar con esta mujer a los 16 años de edad, pues, aunque era menor de edad, la difícil situación económica de su familia la orilló a aceptar el trabajo de labores del hogar que una “señora millonaria” había llegado a ofrecer en su municipio: Zacapoaxtla, ubicado en la Sierra Norte de Puebla.
“Sufrí un infierno todos los días”
El “infierno” de Tere empezó en junio de 2019 en esa casa ubicada en la colonia Jardines de San Manuel en la ciudad de Puebla. El primer abuso que cometieron contra ella fue cortarle el cabello.
Aunque Lili ofreció pagarle 4,000 pesos al mes, no le cubrió ni la primera quincena. Primero le dijo que tenía que aprender a hacer bien las cosas, que se ganara el techo y la comida que le daba y después veían si se ganaba el salario o no.
La jornada laboral de la entonces adolescente empezaba a las 6:00 de la mañana y terminaba a la 1:00 de la madrugada del otro día. La ponían a hacer cualquier cosa con tal de mantenerla ocupada, y cuando ‘la exmiss Puebla’ salía de la casa, la dejaba encerrada bajo llave.
“Sufrí un infierno todos los días. Me pegaba con un martillo”, recordó Tere.
Los golpes eran constantes, bajo cualquier pretexto. Que rompía alguna taza, que no sabía barrer, que algo no se hacía bien o simplemente porque María Hilda amanecía de malas.
El 23 de marzo pasado, Margarita Garcidueñas, fiscal de Atención de Delitos Violencia de Género contra las Mujeres de la Fiscalía local, habló sobre este caso en una conferencia de prensa, y aseguró que según los avances de las investigaciones, Lili “le pagaba (a Tere) y la amenazaba con matarla y desaparecerla”.
“Sí, me tenía amenazada. Tenía mucho miedo por eso no intenté escapar antes”, dijo la víctima en la entrevista al ser cuestionada sobre esta versión. El día que se escapó, llevaba al menos dos semanas sin comer.
“Gracias al vecino que me ayudó. Me salvó la vida la verdad. Esta señora me pegaba con el martillo y me quemaba las manos en el sartén”, señaló a este medio.
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De exmiss a presunta esclavizadora en la cárcel
Aunque la denuncia contra María Hilda Bustillo y/o Lili se interpuso el 22 de abril de 2022, se cumplimentó la primera orden de aprehensión en su contra el 9 de marzo de este 2023 en el estacionamiento de una escuela de paga. Sin embargo, quedó libre al día siguiente porque un juez determinó que su aprehensión había sido ilegal, decisión que la dependencia impugnó.
Desde su salida de la Casa de Justicia, agentes de la Fiscalía General del Estado mantuvieron vigilancia a la casa donde se fue y el 18 del mismo mes de marzo, la volvieron a reaprehender en la colonia San Pedro en la ciudad de Puebla, mientras que su casa, donde presuntamente se cometieron los delitos, fue asegurada.
Una jueza la vinculó a proceso el 24 de marzo y se le determinó prisión preventiva oficiosa mientras avanza el juicio en su contra, por lo que fue enviada al penal de San Miguel.
“Yo quiero que pague lo que me hizo a mí y a las otras chicas”, dijo Tere.
Según la asociación ‘Red de Formadoras Kualinemilis’ –que da acompañamiento a esta víctima–, son al menos cinco las mujeres de la Sierra Norte de Puebla que han sido víctimas de Lili.
Hasta la fecha, la fiscalía del estado solo tiene una denuncia más contra la imputada, también por presuntamente haber esclavizado a una empleada doméstica.