Natalia, de 21 años, se ha negado a desprenderse de su bebé, que murió a los pocos días de nacer, mostrando un comportamiento que los expertos califican como un duelo peculiar pero normal en especies «especialmente inteligentes».
El director del parque valenciano explica que este comportamiento, aunque sorprendente para muchos, es común entre los chimpancés y otras especies de alta inteligencia. «Los chimpancés, al igual que algunos otros animales, tienen la capacidad de experimentar y manifestar emociones complejas como el duelo. Natalia está pasando por un proceso de duelo que debemos respetar y comprender».
Desde que su cría murió, Natalia ha sido observada cuidando el cuerpo, llevándolo consigo a todas partes y mostrando signos evidentes de tristeza. Los cuidadores del Bioparc han decidido no intervenir directamente, permitiendo que Natalia procese su pérdida a su propio ritmo.