En detalle, siete personas murieron en el norte de Texas, ocho en Arkansas, dos en Oklahoma y una en Kentucky.
Decenas más resultaron heridas y los apagones ocurrieron en diversos estados.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que más de un tercio de todos los condados de su estado estaban ahora sujetos a una declaración de desastre.
Añadió Abbott que un niño de dos y otro de cinco años están entre las víctimas fatales.
Para el domingo por la tarde, el sistema de tormentas había comenzado a moverse hacia el este, según el Servicio Meteorológico Nacional, que advirtió sobre fuertes vientos y granizo para quienes se encontraran en su camino.
Unas 470 mil personas se quedaron sin electricidad en estados que se extienden desde Texas hasta Kansas, Missouri, Arkansas, Tennessee y Kentucky, según el sitio web Poweroutage.us.