Los individuos, que mostraban signos de tortura, fueron dejados con cartulinas en las que se advertía que el castigo era por consumir cristal y cometer robos.
Los residentes, sorprendidos por la brutalidad del acto, alertaron de inmediato a las autoridades locales, quienes se trasladaron al lugar para liberar a las víctimas y dar inicio a las investigaciones pertinentes.