La pelea, celebrada en AT&T Stadium de Arlington, Texas, dejó en evidencia la brecha de edad entre ambos peleadores, inclinando la balanza a favor del joven influencer.
A lo largo del combate, Jake Paul, de 27 años, mostró una estrategia basada en mantener la distancia y desgastar a Tyson, quien a sus 58 años volvió al ring en un intento por demostrar que aún conserva algo de su mítica potencia. Sin embargo, con el paso de los rounds, “Iron Mike” mostró señales de cansancio, lo que permitió a Paul tomar el control en los intercambios.
El desenlace se decidió en las tarjetas de los jueces, quienes otorgaron una victoria unánime a Jake Paul.