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Hace diez años, el 4 de febrero de 2011, la ciudad de Delicias vivió una de las heladas más intensas de su historia, con temperaturas que llegaron a -18 grados centígrados. Este evento, conocido como el «Expreso de Alaska», dejó un rastro de destrucción y caos en la región.
Según el meteorólogo Florencio Rodríguez Loera, la temperatura más baja registrada en Delicias antes de ese día era de -6 grados, en marzo de 1962. Sin embargo, la helada de 2011 superó con creces ese récord, con una temperatura que se sintió como -27 grados debido al viento.
La helada causó daños significativos en la infraestructura de la ciudad, incluyendo la rotura de tuberías de agua, fallas en el suministro de electricidad y daños a cientos de árboles. La situación fue tan crítica que se necesitó reactivar la hidroeléctrica de la presa La Boquilla para abastecer de energía a la región.
El evento fue tan impactante que los medios de comunicación lo bautizaron como el «Apocalipsis». Aunque han pasado diez años desde entonces, los residentes de Delicias aún recuerdan la helada histórica de 2011 como un evento que cambió la historia de la región.