El reptil se encontró entre rocas, ya en avanzado estado de descomposición.
Este hallazgo es atípico en la zona, posiblemente introducido por el factor humano, pues no corresponde al tipo de fauna endémica.
Los caimanes suelen habitar en regiones tropicales y subtropicales de América, en agua dulce, pero también es factible su presencia en otros tipos de aguas.
En el caso de los restos en El Rejón, su estructura ósea ya se encontraba visible y parte de su cabeza se hallaba todavía conservada.
